Boles de coco
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Boles de coco
Índice de la Guía Biokarma
Beneficios de nuestros boles de coco
Nuestros boles de coco Biokarma son uno de nuestros productos favoritos. Su estética natural hace que cualquier plato parezca digno de un chef de renombre. Son resistentes tanto al calor como al frío y pueden usarse para hacer comidas líquidas o sólidas (sopas, ensaladas, batidos…).
Además, resiste los golpes, puesto que, como ya sabemos, el coco es un material duro, a diferencia de la porcelana y el vidrio.
Es un material totalmente sostenible, en nuestro caso, el bol es pulido hasta tres veces con aceite de coco, que actúa como barniz y aislante.
Para su mantenimiento es recomendable que su limpieza se haga a mano, lavándose con un poco de jabón y evitando meterlos en el lavavajillas.
Como consejo para ampliar su durabilidad, es que se les aplique un poco de aceite de coco cada 20 días, para que no pierdan su brillo natural y evitemos poner alimentos hirviendo.
Origen de los boles de coco
Del coco se aprovecha absolutamente todo, el agua y la carne de coco son alimentos que contienen una alta gama de vitaminas y minerales, y la cáscara es algo que se suele tirar. Biokarma aprovecha estos deshechos para hacer velas o cuencos.
El aceite de coco también ha adquirido mucha importancia en la actualidad, puesto que se ha convertido en un imprescindible entre los artículos de higiene, aseo personal y belleza debido a su poder hidratante.
A esta fruta se le considera como un recurso renovable de las industrias de fibras de muchos países exportadores de coco, dónde son metidos en agua salada para extraer sus hilos, que son enviados posteriormente a diferentes fábricas.
En particular, nuestros boles de coco tienen origen en Vietnam, fabricados a mano de manera artesanal, bajo la supervisión de un equipo de control que verifica la calidad del producto a cada paso. Es una empresa que solo fabrica productos ecológicos con materia prima de origen orgánico, o reciclados, y a través de procesos respetuosos con el medio ambiente.
¿Cómo puedo hacer mi propio bol de coco?
Primero consigue algunos cocos en un supermercado cercano. Pártelo por la mitad con un machete o una sierra y disfruta de la fruta que tiene su interior, tanto del agua como de la carne, que es muy beneficiosa para la salud.
Una vez vacío, coge una lija gruesa para eliminar la primera capa del coco, que es la más robusta. Una vez finalizado, termina de alisar toda la superficie, tanto dentro como por fuera, con otra lija más fina hasta que quede suave.
Para finalizar, lo limpiamos cuidadosamente y pulimos con aceite de coco prensado en frío, esto hará que brille y repele el agua. ¡Y ya estarán listos para usar!
Ideas para hacerte unos bowls saludables
Si te vuelve loco el dulce, te damos los siguientes tips:
- Usa para la base ingredientes como la espelta, avena, quinoa, yogur o queso batido.
- Si le añades leches vegetales (de arroz, nueces, almendras…) conseguirás darle un toque más cremoso y si a su vez, la bates con tus frutas favoritas, endulzarás su sabor.
- Para terminar, puedes añadirle algunos toppings saludables, incluyendo frutas, frutos secos, cereales 0% azúcar o chocolate negro.
Si por el contrario, eres fan de lo salado, pon atención a lo siguiente:
- Debemos utilizar alimentos ricos en carbohidratos, fáciles de digerir y que nos proporcionen energía, como el arroz integral, lentejas o la quinoa.
- Podemos añadirle alimentos proteicos como carnes no muy grasas (pollo o pavo), atún o salmón. Si eres vegetariano o vegano, puedes incluir ingredientes como el tofu o la soja texturizada.
- También es muy común agregar aguacate (rico en grasa vegetal) y hortalizas como zanahoria, espinacas, tomate o cebolla, que puedes incluir tanto crudas como cocidas o a la plancha.
- Si quieres agregarle un toque dulce o tropical, puedes incluir frutas como el mango, papaya o piña.
- Este tipo de platos también suelen ir acompañados por alimentos como el falafel, hummus o distintos tipos de quesos.
- Para darle el toque final y aportar algo de fibra y minerales, se le puede añadir distintos tipos de semilla; como chía, lino o sésamo. Y frutos secos como almendras, nueces o avellanas.
- De forma opcional, puedes añadirle algún tipo de salsa, como soja, guacamole, agridulce o vinagreta de miel, o simplemente, aliñarla con aceite y vinagre.
¿A qué esperas para probar el tuyo?